
La Ruta a los Molinos de Alborache es una excursión sencilla y bonita que recorre la ribera del río Buñol, entre azudes, molinos y vegetación de gran belleza. Un paraje que sin duda merece la pena recorrer con los más pequeños de la casa.
¿Cómo llegar a la ruta de los Molinos de Alborache?
Para llegar al punto de inicio nos dirigiremos al municipio de Alborache, a 42 km de la ciudad de Valencia, llegaremos hasta la rotonda del pueblo y volveremos sobre el mismo camino para luego girar a la derecha en el desvío de Albergue Rural Actio. Siguiendo las indicaciones se llega a Molino Galán, que dispone de aparcamiento. Nosotros iniciamos la ruta en este punto, pero también se puede comenzar en la partida del Yesar, al inicio del antiguo camino de Chiva junto al puente de Turís. Os dejamos el enlace de Google Maps para acceder al inicio del itinerario
El Molino Galan, masía rehabilitada sobre un caserón antiguo que hacía las funciones de molino harinero hasta principios del siglo XIX. Y es que, en esta ruta, si algo vamos a ir encontrando continuamente, van a ser molinos.


Ruta de los molinos de alborache
Recorrido lineal de unos 1.700 metros (3,4 km ida y vuelta), llano, sin ninguna complicación y apto para cualquier edad y uso del carrito. Nosotros la hicimos en 2 horas a ritmo de niño de 3 años, con parada en el área recreativa para almorzar y a la vuelta porteado en mochila.
La ruta es muy bonita en todo su recorrido, pero a nosotros nos fascinó la zona del azud del molino de la luz, donde merece la pena sentarse y escuchar el rumor del agua. También destaca el área recreativa, un lugar ideal para hacer un alto, almorzar o comer, y pasar un rato jugando o bañándonos con los más peques, eso sí, en verano claro (nosotros la hicimos en febrero). Por el contrario, encontramos un tramo bastante sucio, si bien , nos consta que posteriormente hicieron una actuación de limpieza de la zona.
El recorrido es ideal para explicar a nuestros hijos qué era un molino, para que servía y su funcionamiento. Dichas edificaciones tuvieron su uso en sus inicios como molinos harineros y posteriormente como centrales hidroeléctricas. Actualmente, las mejor conservadas, han sido rehabilitadas como residencias o casas rurales. También podremos apreciar las infraestructuras (azudes, compuertas, barreras y canalizaciones) que abastecían de agua a los mismos.
Donde comer
Hicimos todo un descubrimiento con el Restaurante El Forcat, todo buenísimo, pero si hemos de elegir plato, nos quedamos con el postre, una tarta de manzana exquisita.
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