Con la llegada del otoño visitamos una de las zonas más interesantes y bonitas del interior de la provincia de Girona, la comarca de La Garrotxa. Un territorio volcánico repleto de tesoros naturales y culturales que se quedó grabado en nuestra memoria. En Qué ver y hacer en la Comarca de la Garrotxa te contamos desde nuestra experiencia cómo disfrutar al máximo de este precioso territorio.

Foto: Vista general de Santa Pau.

Qué ver y hacer en la Comarca de la Garrotxa

Santa Pau

Santa Pau es visita obligada en la Comarca, una villa medieval situada en el corazón de la Garrotxa, con una estampa preciosa y rodeada de zonas verdes de gran riqueza. Nada más llegar, sabes que vas a enamorarte de ella y es que la población conserva en muy buen estado la fisonomía y el carácter medieval que la caracteriza.

Para visitar Santa Pau nosotros aparcamos en una pequeña plaza que hay a la entrada del pueblo, pero dependiendo de la hora a la que llegues, puede que no encuentres sitio, por lo que te dejamos el enlace de un Aparcamiento municipal.

Creemos que lo mejor para llevarte una primera impresión, es ver el conjunto de la población, por lo que te recomendamos que te dirijas a los miradores, ubicados frente al casco antiguo. En los miradores también existe la posibilidad de aparcar, por lo que puedes probar suerte.

Casco Antiguo

Desde los miradores se plantean dos opciones, o acceder al casco antiguo a través del río por una senda, o ir caminando por las calles de los arrabales hasta alcanzar el núcleo de la población, primero por el Carrer Major, pasando por el carrer del Pont hasta adentrarse un poco más adelante, por el Portal de San Antoni, donde la esencia del medioevo irrumpe ante nuestros ojos.

Lo que más nos llamó la atención de la villa fue la Plaza Mayor o el Firal dels Bous, una plaza provista de arcos desiguales que le confiere una marcada personalidad y en la que destaca la Iglesia de Santa Maria, de gran sobriedad y aspecto impactante. Cerca de la plaza se encuentra el Castillo, una mole sin muchas florituras pero robusta, al que puedes acceder a través de unas escaleras. Ambas construcciones se encontraban en el momento el que los visitamos en mal estado.

Sin duda lo que más nos maravilló fue pasear por sus calles, provistas de esculturas que nos encantaron y descubriendo rincones como el Portal del Mar, un mirador de los valles que rodean a la población, todo ello mientras disfrutábamos comiéndonos un helado de La Fageda.

Foto: Callejeando por el casco antiguo de Santa Pau.

La Fageda d’en Jordà

El día que visitamos la Fageda d’en Jordà fue el peque el que nos despertó pronto… muy pronto, así que aprovechamos que hacía buen tiempo, para preparar un buen desayuno y tomárnoslo en la explanada que había enfrente de la cabaña, rodeados de naturaleza. Fue un momento mágico.

Después de desayunar pusimos rumbo al Bosque de Hayas más famoso de estas latitudes. Situado entre las poblaciones de Santa Pau y Olot, se encuentra la Reserva Natural de la Fageda d’En Jordà. Una visita de la que teníamos muchas ganas, y más en la época en la que la realizamos, otoño, con un cambio cromático en su masa que lo convierte en un lugar mágico. Aunque sin duda, creemos que cualquier estación es buena.

La Fageda d’En Jordà te transporta a un lugar de gran belleza, envuelto en un bosque de hayas situado sobre una colada de lava del Volcán del Croscat. La espesura, la altura de los árboles, el cromatismo de las hojas y el halo de luz que atraviesa sus copas, lo convierten en un lugar difícil de olvidar. No obstante, como recibe un gran número de visitantes, te recomendamos que madrugues o que lo dejes para las horas de la comida, donde disminuye el número de personas. Nosotros tuvimos la suerte de adentrarnos en el bosque en un día no festivo, por lo que disfrutamos del hayedo casi solos.

Acceso y Aparcamiento

La entrada a la Fageda d’en Jordà es gratuita, pero si te acercas en coche y quieres estar cerca del acceso evitando caminar por el borde de la carretera, es necesario emplear el aparcamiento habilitado. El precio cuando fuimos nosotros eran unos 4 euros por media mañana, aunque ahora está en torno a los 6 euros.

Te dejamos el enlace de Google Maps del Aparcamiento.

Después de visitar la Fageda nos acercamos a Can Bastons, un restaurante de comida local frecuentado por los trabajadores de la zona. Comimos muy bien a buen precio.

Foto: Sendero inmerso en la Fageda d’En Jordà.

Cooperativa Granja la Fageda

Idea para completar el día: Si como nosotros viajas con niños, puede ser una buena idea reservar para el mismo día alguna de las actividades que ofrece la Cooperativa Granja la Fageda, una granja que da trabajo a personas con discapacidad intelectual o enfermedad mental crónica y que se encuentra lindando con la Fageda d’en Jordà. Nosotros realizamos la actividad “Pequeños granjeros”, que consiste en dar de comer a las vacas, desde sus primeros meses hasta la edad ya adulta… al peque de la familia le encantó… a nosotros nos hizo reflexionar sobre la forma de obtener los alimentos que consumimos, pero eso ya es otra historia.

Tras una breve explicación de cómo se producen los yogures y la mermelada, nos obsequian con algunos de sus productos que disfrutamos en un área acondicionada para ello. El peque de la casa no desaprovecha la oportunidad de jugar en el parque de la cooperativa con un amigo que acaba de hacer.

Te dejamos toda la info en el siguiente enlace.

Foto: Taller en la Cooperativa Granja la Fageda.

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Hostalets de Bas

El mismo día que visitamos la Fageda d’En Jordà y realizamos la actividad en la Granja de La Fageda, nos acercamos a Hostalets de Bas para disfrutar de las últimas horas del día.

A un paso de Olot, Hostalets d’en Bas es un pequeño pueblo que se puede visitar rápidamente, y te aseguramos que merece la pena. Destaca la calle Teixeda, el icono de la población, dominada por ambos lados por casas rústicas con grandes balcones adornados con macetas y flores y con telón de fondo a unas bellas montañas.  La estampa es sencillamente hermosa.

Llegando al final de la calle, se alcanza a ver la Iglesia de Santa María, de aspecto sobrio y de gran belleza. Como siempre, callejear por sus calles te hace descubrir bellos rincones que te trasmiten belleza y paz.

Para visitar Hostalets de bas la mejor opción es dejar el vehículo en un aparcamiento habilitado a la entrada del pueblo. Te dejamos el enlace de Google maps del Parquing.

Foto: Entrada a la población de Hostalets de Bas.

Foto: Hostalets de Bas.

Olot – Paraje de la Moixina

Olot, conocida como la “Ciudad de los volcanes”, es la capital de la comarca de la Garrotxa, y eso se nota nada más llegar. Como dato curioso, ponemos el dato de que alberga 4 volcanes en su término municipal. Además, la población destaca por su Patrimonio Cultural, en forma de bellos edificios modernistas, una rica gastronomía y la presencia de bellos espacios naturales en su entorno.

Parc Nou y Paraje de la Moixina

Nosotros dedicamos la mañana a recorrer el Parc Nou y el paraje de la Moixina, un espacio natural con rincones de gran belleza, como la zona de los humedales. No recomendamos realizar la ruta que figura en Turismo de Olot, pues se salta algunos de los lugares más bonitos, como los mismos humedales.

El día nos salió lluvioso y una suave llovizna nos estuvo acompañando a lo largo de la mañana, así que acabamos poniéndonos la ropa impermeable y sin duda, hizo más romántico el paseo para nosotros… y más divertido para el peque, que no dejó charco sin su huella. De los 40 minutos que se anunciaba en la ruta, nosotros lo realizamos en poco más de 2 horas, parando a almorzar en los humedales y refugiándonos en alguna ocasión que la suave lluvia se transformaba en un pequeño aguacero.

Tras recórrenos el Paraje Natural, nos adentramos en la ciudad para comer, y dedicar el resto del día a visitar Olot. Sin duda recomendamos el restaurante La Quinta Justa, localizado en el Passeig de Barcelona. Disfrutamos de una buena comida en la Terraza que tienen en la parte de atrás.

Foto: Humedal en el Paraje de la Moixina.

Visita de Olot

Olot es conocida por sus gigantes y destaca por sus edificios de estilo modernista, así que lo tomamos como referencia para ir recorriendo su casco antiguo. La plaza mayor, si bien no es muy llamativa, es importante porque es el lugar donde se produce el baile de los gigantes. Ya entre los edificios de estilo renacentista destacan Casa Pujador, con un gran torreón, Casa Escubós, más austera y enfrente de casa Pujador, Casa Gassiot, con una escultura alegórica a la radiografía (especialidad médica del propietario), Casa Solà-Morales, elegante como ella sola, Casa Gaieta Vila, con acabados que recuerdan a castillos medievales, etc.

Paseando fuimos recorriendo el entramado de sus calles, con la vista puesta en el Volcán Montsacopa, donde queríamos concluir la visita de Olot ya que hay una bonita panorámica. Sin embargo la lluvia, que de manera intermitente no había cesado en todo el día, se volvió más intensa, empeorando la visibilidad, además nuestros impermeables y el frio ya empezaba a hacer mella en nuestros cuerpos por lo que desistimos e iniciamos el regreso a la cabaña, en busca de calor.

Extra: Aunque nosotros no pudimos visitarlo por encontrarse cerrado, no dejes de acercarte a ver el Claustro del Carme, una joya renacentista de finales del siglo XVI y declarado Bien Cultural de Interés Nacional.

Foto: Casa Solà-Morales – Olot.

Beget

Si bien nuestra idea inicial era realizar por la mañana la ruta de senderismo del Volcan Croscat, nada más dejar la cabaña, nos dimos cuenta de que se había incrementado el número de personas por la zona. Siendo domingo y vísperas del 12 de octubre no podría ser de otra forma, por lo que al llegar al aparcamiento del sendero, no pudimos aparcar al estar completo y decidimos cambiar los planes y empezar por donde teníamos previsto acabar, por Beget, en la Alta Garrotxa, creyendo que estaría más tranquilo.

Camino de Beget el peque de la casa echa la pota. Todo el buen desayuno que se había zampado lo centrifugó en menos de 5 segundos. Dedicamos un tiempo a limpiar como podemos las tostadas con mantequilla y mermelada medio digeridas e intentamos no imitarlo…el olor y nuestras manos impregnadas nos lo ponen difícil. Por suerte llevamos un recambio de ropa, no es lo habitual, pero los días lluviosos y la afinidad del peque hacia los charcos nos hizo poner una muda.

Visita de Beget

En Beget nos encontramos con la misma situación, aparcamiento lleno… hay gran cantidad de coches que entran o están parados buscando sitio, pero los astros se alinean y conseguimos aparcar en la misma entrada del pueblo.

Beget es un pueblo lleno de magia situado en la Alta Garrotxa. La villa conserva todas sus edificaciones medievales de piedra, por lo que al poner un pie en ella, crees que el tiempo se ha detenido.

A nosotros nos encantó recorrer sus estrechas calles, las plazas y edificios románicos, como la Iglesia de San Cristóbal, declarada Bien Cultural de Interés Nacional y localizada nada más entrar al pueblo. En su interior conserva la Majestad del retablo del altar mayor, de dos metros de altura. Una de las tallas románicas más bellas que se conservan en Cataluña y que nosotros no pudimos ver al estar cerrado el día que lo visitamos.

Otros elementos de gran sencillez y belleza son los puentes medievales, del siglo XIV, que unen la población de Beget dividida por el Torrente dels Trulls y la riera de Beget. Los puentes, sobrios y construidos en piedra, otorgan una gran estampa al conjunto de la villa. En resumen, creemos firmemente que Beget cautivará a aquellas personas a las que les gustan los pueblos con encanto y carácter medieval.

El Aparcamiento está un poco antes de la entrada al pueblo y suele estar lleno, por lo que te recomendamos que no llegues muy tarde.

Consejo si tienes pensado comer en Beget

Como consejo, te recomendamos que si tienes previsto comer, reserves con antelación, ya que se trata de uno de los pueblos más turísticos de la Garrotxa y siempre tiene un gran número de visitantes, aunque no por ello pierde el encanto que la caracteriza. Nosotros no lo hicimos, así que tuvimos que recurrir a frutos secos y fruta, ya que estaba todo lleno. La parte positiva es que recorrimos el pueblo mientras la gente se hacia el aperitivo o comía, por lo que estuvimos solos o con los pocos despistados que, como nosotros, no habían reservado.

Foto: Iglesia de San Cristobal – Beget.

Castellfollit de la Roca

Tras visitar Beget, dedicamos las primeras horas de la tarde a conocer otro pueblo mágico. Castellfollit de la Roca se asienta sobre un impresionante risco volcánico de más de 50 metros de altura por casi un kilómetro de longitud, recortado por el siempre presente río Fluvià.

La población es una pequeña villa alargada, formado por estrechas calles que desembocan en la Iglesia de Sant Salvador, en el extremo del risco y en donde se puede disfrutar de una bonita panorámica.

Nosotros iniciamos la ruta aparcando en el carrer de les Fàbriques, a las afueras del pueblo, para poder así acceder a la pasarela mirador de Castellfollit de la Roca, donde se disfruta de una bonita vista de la villa.

Desde la pasarela accedimos al casco antiguo en una pequeña caminata por la calle de la Font, que tiene, eso sí, una fuerte pendiente. Una vez en la villa recorrimos sus callejuelas formadas básicamente por dos, que desembocan en la Iglesia de Sant Salvador. El pueblo merece una visita por la bonita estampa que tiene, aunque hemos de admitir que al tener tan reciente Beget, no nos impresionó tanto.  Tras un breve paseo por sus calles, merendamos en un bar y ponemos rumbo a las Gredes de Croscat.

Foto: Impresionante vista de Castellfollit de la Roca.

Volcán Croscat

Dejamos Castellfollit y nos acercamos a visitar el Volcán Croscat, que mantiene el aparcamiento lleno y eso que pasan de las 17 horas. Nuevamente tenemos suerte y aparcamos en un sitio que un coche acaba de dejar.

Te dejamos el enlace del Aparcamiento de Santa Margarida (4 euros/día), situado cerca del inicio del recorrido. También te dejamos el enlace del lugar donde finalmente encontramos sitio, la Zona de parquing al lado del restaurante de Santa Margarida y que está al lado del inicio del sendero.

La Ruta del Volcán es un agradable paseo sin apenas pendiente y apto para todos los públicos. El volcán se encuentra entre las localidades de Olot y Santa Pau y es uno de los más recientes de la zona… de una de sus coladas surgió la famosa Fageda d’en Jordà.

Creemos que es una excursión muy interesante para conocer las características de un volcán, sobre todo si vas con niños. Su uso como cantera ha posibilitado que podamos observar su interior, debido a que durante muchos años se extrajo la greda (un material utilizado para las pistas de tenis y la fabricación de ladrillos), por lo que se abrió un tajo de 100 m de altura y 500 m de longitud. Los colores originales eran más oscuros del negro al gris, pero debido a un proceso de oxidación actualmente presentan tonalidades rojizas y anaranjadas.

Tras la visita del Volcán, y viendo que aún quedan horas de luz nos acercamos a visitar el Salt de Can Batlle. Una buena forma de despedir este día, que es el último, y que inconscientemente estamos estirando todo lo que podemos.

Foto: Tajo del Volcán de Croscat.

A continuación te dejamos el track de la Excursión al Volcán de Croscat.

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Salt de Can Batlle

La ruta del Salt del can Batlle es sencilla de poco más de 2 km entre la ida y la vuelta, la hacemos al atardecer y podemos disfrutar de los colores anaranjados del cielo. El Salt es muy bonito y el tramo que recorremos entre encinas ya de por si merece la pena. Regresamos a la cabaña con la noche haciendo acto de presencia.

La Garrotxa nos está sorprendiendo gratamente, conforme más tiempo pasamos aquí, más nos damos cuenta de las mil y una posibilidades que brinda. Acabamos de visitar un pueblo y descubrimos que hay otro aun si cabe más bonito o con un encanto especial. Con las rutas nos ocurre lo mismo, veníamos con la idea de ver un Salt, pero pronto descubres otros igual de bonitos. Sin duda es un lugar para quedarte una larga temporada, recorriendo sus encantadores pueblos y haciendo las maravillosas rutas que tiene.

Foto: Salt de Can Batlle.

Rupit

De regreso a Valencia nos desviamos hacia Rupit i Pruit, conocedores de la belleza de esta población.

Rupit, es un pueblo de origen medieval, situado en la Comarca de Osona y ya en la provincia de Barcelona. Nada más llegar te das cuenta de que se trata de un pueblo turístico, muy turístico, así que evita visitarlo en festivos, como fue nuestro caso, el 12 de octubre. Nos encontramos con una población llena hasta la bandera, con personal asistiendo a los coches que íbamos llegando y que nos desviaron a una gran explanada acondicionada y cerca del campo de futbol, pues el gran Aparcamiento de pago que tiene esta población estaba lleno.

Desde el lugar donde aparcamos hasta la villa hicimos una pequeña caminata, que te permite tener en algunos momentos de bonitas vistas.

Visita de Rupit

Una vez ya en Rupit, creemos que lo recomendable es iniciar la visita por el Puente colgante de cuerdas,  que salva la Riera de Rupit y te adentra en el casco antiguo a través de la calle Barbacana, vía principal de esta villa.

Desde la calle Barbacana es posible recorrer los principales atractivos del pueblo, como la iglesia de Sant Miquel de Rupit, de estilo barroco, la Plaza Mayor o el mismo Ayuntamiento. También se accede a la pintoresca calle de Fossar, que asciende hasta la parte alta del pueblo hacia los restos del pequeño castillo, desde donde se puede disfrutar de unas bonitas vistas de la villa.

En Rupit no encontrarás grandes espacios, más bien es un pueblo de preciosas callejuelas, con pequeñas plazas medievales y una empinada calle, la calle Fossar, que te trasladaran al medioevo a través de una fascinante población. Incluso llena de gente nos resultó mágica su visita.

Otras de las razones de acercarte a Rupit es por la naturaleza que alberga. Nosotros aprovechamos y realizamos una caminata hasta el Salt de Sallent.

Foto: Vista general de Rupit.

Salt de Sallent

Para acceder al Salt de Sallent, la ruta más popular de Rupit, podemos optar por dos alternativas, la recomendable es iniciar la ruta a pie desde el mismo pueblo de Rupit, pero si como nosotros, no dispones de casi tiempo y quieres ver esta maravilla natural, puedes acercarte con el coche hasta un aparcamiento que se encuentra cerca de la Iglesia de Sant Joan de Fabregues, desde donde en apenas 10/20 minutos andando llegas al Salt.

Se trata de un sendero de apenas dificultad que discurre en ocasiones cerca, aunque no pegados, a un precipicio, por lo que si viajas con niños, es necesario estar pendientes de ellos.

El Salt de Sallent, es el mayor salto de agua de Cataluña, con una caída vertical que supera los 90 metros. Lo ideal es que te acerques al mirador que se encuentra enfrente (a unos 300metros) para disfrutar de la espectacularidad del salto. Te aseguramos que no te defraudará.

Foto: Vista general de Salt de Sellent.

A continuación te dejamos el track de la excursión al Salt de Sellent.

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Mapa Lugares que aparecen en Qué ver y hacer en la Comarca de la Garrotxa 

Alojamiento

Como base de operaciones alquilamos una cabaña de piedra preciosa al pie de un bosque repletos de hayas y robles. Las vistas eran espectaculares y el silencio de la noche invitaba al recogimiento, además nada más asomarte por la ventana una sonrisa se dibujaba en nuestro rostro, era como si estuviéramos en medio de un bosque.

La cabaña se encontraba en la localidad de Santa Pau, un pueblo medieval que merece una visita sí o sí y al que nosotros siempre dedicábamos algunos momentos al final del día, por lo que creemos que es la base perfecta para conocer este territorio volcánico.

Foto: Desayuno en la Cabaña donde nos alojamos.

Qué podemos aprender de nuestra visita a la Comarca de la Garrotxa

Pueblos Medievales

Sin duda la Comarca de la Garrotxa es un territorio perfecto para poder hacernos una idea de cómo eran los pueblos medievales, su urbanismo y estilo constructivo.

Podremos ver cómo algunas localidades mantienen una fortaleza dentro del recinto de la población o cómo la entrada del pueblo, discurría por una sola calle, para facilitar el pago de impuestos y la protección de la villa.  Las calles de las poblaciones que visitemos son en su mayoría estrechas y generalmente oscuras, con una ampliación de los límites en las plazas, donde generalmente se realizaba el mercado. A través de los diferentes estilos de construcción de las casas, podremos hacernos una idea de cómo era la vida de las personas que las habitaban; nobles, campesinos, artesanos o esclavos.

Poder ver Cómo es un Volcán en su interior

Sin duda una pregunta que nos hacemos o nos hemos hecho alguna vez en la vida, ¿Cómo es un volcán por dentro? Pues en esta Comarca tenemos la oportunidad de verlo in situ. Gracias a la extracción de gredas para la producción de ladrillos y pistas de tenis, podemos ver el enorme tajo que se ha realizado en el Volcán de Croscat, donde se aprecian las diferentes capas del volcán que han adquirido tonalidades rojizas y anaranjadas debido su oxidación.

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