Los días siguientes a nuestro paso por Besalú nos llevaron a visitar varias poblaciones de la Costa Brava.

Contenido

La primera parada fue Cadaqués. Sabíamos que esta zona es muy turística y teníamos miedo de encontrarnos un sitio abarrotado de gente, pero este lugar bien merece una visita.     

Cadaqués se dedicó tradicionalmente a la pesca aunque esta actividad fue dejando paso al turismo, motor económico de la ciudad. A pesar de esto, conserva un profundo sabor marinero que la hace especial.

Al fondo de la bahía de Cadaqués se eleva el casco antiguo, de aire mediterráneo. En el punto más alto de la villa se encuentra la Iglesia de Santa María, un templo de fachada blanca en perfecta sintonía con las casas.

Para acceder a este punto, tenemos que recorrer todo un entramado de callejuelas en pendiente y empedradas que dejarán sin aliento a más de uno, imagínate si llevas el peso extra, piernas hinchadas y otras cosas típicas de un embarazo como yo, jeje.

Esta localidad también cuenta con amplia oferta cultural y muestra de ello es la multitud de galerías de arte y museos que se pueden encontrar.

Cadaqués ha sido y sigue siendo inspiración de muchos pintores y artistas, siendo el más conocido Salvador Dalí. Este pintor, escritor y artista polifacético estableció su residencia junto con su esposa Gala.

Lo que empezó siendo una barraca de pescadores en Port-Lligat, fue ampliada paulatinamente de modo que quedó una vivienda casi laberíntica. Hoy día esta Casa-Museo se puede visitar en grupos reducidos.

Estando en esta zona, no podíamos dejar pasar la oportunidad de acercarnos hasta la punta más oriental de la península, el Cap de Creus.

A unos 9 km desde Cadaqués se encuentra el Faro, pero antes de llegar nos detuvimos en el Paraje de Tudela, un espacio de gran importancia geológica en nuestro país, restaurado y dotado de unos caminos acondicionados que facilitan su visita, además de unos rincones con unas vistas espectaculares.

El Paraje tiene horario de apertura y cierre. Nosotros llegamos un poco tarde, solo tuvimos unos 40 minutos para visitarlo, que a mi ritmo de subir cuestas se traduce en poco la verdad, pero nos impresionó la zona.

La última parada del día, el Faro de Cap de Creus que sigue prestando su servicio como tal y desde donde disfrutamos del bello paisaje del entorno.

Alojamiento

Nosotros estuvimos en Hotel Tarongeta.

Tiene una zona de habitaciones totalmente reformadas y otra antigua. A 5 minutos del centro andando, zona tranquila y cerca de la entrada a Cadaqués.

Lo que no vale la pena es desayunar allí, carísimo y no hay nada especial.

Donde comer

En Cadaqués hay mucha oferta de restaurantes. Muchos tienen menú del día, pero a pesar de resultar relativamente económico, no siempre acompaña la calidad, además llega un momento que te cansas de los menús.

Uno que nos gustó relación calidad-precio fue La Lluna en C/Miguel Rosset, 18, en una callejuela tranquila que sale al paseo.

¡Haz clic para puntuar esta entrada!
(Votos: 0 Promedio: 0)
Share This