El verano de 2014 no hicimos viaje tal y como era habitual en los últimos años, es decir, mochilero y de largo recorrido, aunque todo fue por una buena causa, estábamos esperando la llegada de nuestro hijo Martín, si bien por esas fechas aún no sabíamos cómo se iba a llamar, jeje.

Así que en junio, el destino elegido fue la Costa Brava y alguna población de la provincia de Girona, Cataluña.

Nuestra primera parada fue Besalú, un municipio que se sitúa a unos 30 km de Girona, en la comarca de La Garrotxa.

Es uno de los conjuntos histórico-artísticos mejor conservados de Cataluña. Fue un condado independiente hasta que en 1.114 se unificó al Condado de Barcelona por falta de descendencia.

Besalú es una de esas villas con mucho encanto que recomendamos visitar. Cuenta con referencias históricas que datan del siglo X, ideal para pequeños paseos y viaje en familia.

El acceso a Besalú está gobernado por el majestuoso puente románico que se asienta sobre el río Fluvià. Fue dinamitado en la Guerra Civil y reconstruido posteriormente.

También se puede visitar la Iglesia de Sant Vicenç, la Miqve o Sinagoga, único edificio de estas características hallado en España, el Monasterio de Sant Pere, el Hospital de Sant Julià, el antiguo Molino de Harina y restos arqueológicos, entre otros.

Una tarde aprovechamos para acercarnos a la localidad de Banyoles, para ver uno de sus atractivos, el lago de 6 km de perímetro donde se puede practicar piragüismo, pesca deportiva o remar en barcas.

Datos prácticos

– Alojamiento

A pesar de que mucha gente sólo pasa el día en Besalú, si tienes pensado hacer noche , conviene reservar previamente entre los 10 alojamientos que hay más o menos. Nosotros estuvimos en el Hotel Comte Tallaferro, al lado de la Plaça de La Llibertat, muy céntrico (aunque aquí todo está céntrico jeje) y la habitación que nos tocó muy amplia y luminosa.

– Dónde comer

Hay oferta para todos los bolsillos. Bares de bocadillos, restaurantes con menú y alguno de más precio. Nosotros nos dimos el capricho en Pont Vell, un precioso lugar bajo el puente románico que tiene terraza. Hay que reservar.

– En Besalú hay oficina de turismo que ofrece visitas guiadas así como otras agencias que también dan estos servicios.

– La Sinagoga se visita con guía.

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